sábado, 18 de junio de 2011

We kissed like we invented it...



C lo atrajo detrás de una columna y lo besó en la boca. Recorrió sus labios con la punta de la lengua. Se besaban en cuanto se les presentaba la ocasión: en la iglesia, en el mercado, cuando se encontraban en la calle y, lo mejor de todo, cuando la visitaba en su casa, a solas. Vivía únicamente para esos momentos. Besarla era su último pensamiento antes de irse a dormir y el primero al despertar. [...] Le gustaba mirarla mientras ella le contaba una historia o le explicaba algo, gesticulando, con expresión divertida o asombrada, metiéndose en el papel. No obstante, lo que casi siempre esperaba era ese momento en que poder robarle un beso.



Un mundo sin fin.

3 comentarios:

Noctiluca dijo...

Los besos pueden tener tantos sabores diferentes... pero recibirlos y corresponderlos siempre es un placer

McFly dijo...

De los medios de comunicación
de este mundo tan codificado
con internet y otras navegaciones
yo sigo prefiriendo
el viejo beso artesanal
que desde siempre comunica tanto...

(Mario Benedeti - "Mass Media")

The Independent Rage dijo...

Por acatar que lo que tenga que pasar sucederá, que tal vez en otoño sea el tiempo del amor o que en febrero nazca el niño que nos salve de tanta normalidad.