Es como estar dejando las drogas.
Las primeras horas estás decidida, pero en cuanto pasan algunas más, notas la presión en el pecho. Ya nada puede distraerte del único pensamiento: "necesito un poco. Necesito un poco. Con un poco es suficiente, un poco y me sentiré mejor." Sin embargo no consumes, sino que a duras penas aguantas. Y siente cómo te duele. Intentas controlar el dolor, las ganas y la ansiedad pero son esos elementos los que te controlan a ti. Hasta que no aguantas más. Y consumes. Y no hay nada mejor que esa sensación. Hasta que vuelves a no tener tu dosis.
Es como dejar las drogas. Una y otra y otra vez...
M.
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