lunes, 2 de agosto de 2010

Qué tendrá la playa...

Normalmente voy a la playa a desconectar. Puede que vaya con más o menos gente, en plan tranquilo o de fiesta, pero la playa tiene esa cosa que me libera.

Estos días atrás he podido ir y se confirma. Hay tiempo para todo: charlar, jugar, oír música, mirar a la gente que pasa, hacer topless, nadar, llenarse de arena, quemarse al sol... disfrutar al fin y al cabo. Pero lo mismo que hay tiempo para todo eso, hay tiempo para pensar. Mucho tiempo. Quizás demasiado.

Y es a lo que me refería con la liberación; allí puedes pensar sin tener todos los estímulos y continua información que tienes en la ciudad. Sólo tus ideas. No siempre aclaras las cosas, cierto, o no siempre llegas a la conclusión que quieres (la más "bonita"). A veces pensar te hace darte cuenta de que te estas agarrando a algo que no existe o a algo que existió pero que ya no está.

Y aunque en un principio nos parezca haber llegado a lo peor que podíamos llegar, es posible que ese sea el comienzo de tu reencuentro con la estabilidad y serenidad, o siendo más ambiciosa, la felicidad propia.

M.



2 comentarios:

Morgana dijo...

Ais, la playa... te hace reencontrarte contigo misma

McFly dijo...

Espera, espera: "hacer top-less"????
A qué playa dices tú que vas? Lo digo por lo de la charla y el reencontrarse con uno mismo, que eres mas mal pensada...
Un saludo